Y volví a las andadas

Y hoy rodé otra vez por la ciudad.
Parece que las lluvias no le vienen bien a los ciclistas tapatios, con encharcamientos en calles y avenidas, trafico inusual por vias alternas, semaforos descompuestos, y los abominables baches, todo se complica aún más.
Pero con todo esto hoy volví a rodar por las calles, un par de horas fueron suficientes para darme cuenta que ya no soy el mismod e hace tres semas, Ciclistas: sean constantes, todo se acaba en unos dias, sin perseverancia nada sirve, haste adicto a tus dos ruedas. Son frases que me vinieron a la mente mientras me esforzaba por respirar y rendir lo mismo que la final del reto. Pero parece que estasa tres semanas de receso han sido el acabose para aquel sheko sobre ruedas que conocieron aquí.
Pero no todo está perdido aun tenemos 27 dias por delante para lograr por lo menos recupoerar la condicion y disponernos a reiniciar nuestra rutina en Ocotlán, orgullosamente: "Pueblo bicicletero".
Buena nueva: La BBC publicará extractos de este blog, luego les cuento más.

···- - -··· vive!

Maayan, Kapuscinski y Huicholes

Esto lo escribo simplemente para eternizar el sueño que anoche tuve en donde se mezclaron infinidad de experiencias. Esta semana comencé con la lectura de Viajes con Herodoto de Ryszard Kapuscinski, en este libro el autor polaco narra su experiencia como reportero al ser enviado a India, él siempre había querido Cruzar la frontera sin importar el rumbo, pero ¿India? (Es un libro aconsejable para pasar el verano).
Total que cada noche antes de dormir, leo algunas páginas de ese libro, anoche y por el cansancio acumulado me quedé dormido y cuando pude despertar por la madrugada: la radio había perdido la señal, la luz continuaba prendida y yo había dejado saliva sobre las páginas, ¡qué horror!, apenas tuve ánimos para apagar todo, apartar el libro y volver a dormir.
Ahí comenzó todo, lo último que recuerdo de la historia de Kapuscinski es que el autor estaba perdido en una provincia hindú y no sabía ni pa' donde jalar. Así quedó cuando me rendí en los brazos de Juan Pestañas.
Cuando la fase del sueño comienza , la mente hace de las suyas combinando todo lo que en el subconsciente encuentra: hizo aparecer mi deseo de conocer las fascinantes tierras de Israel, país que me apasiona y de donde ya algunos años conozco a Maayan; además como anoche fue la primera noche de descanso después del trabajo especial de la etnia Huichol, pues también jugó con aquellas hermosas imágenes de indígenas.
Viajé a Israel armado sólo con mochila y chaleco de reportero, seguro también algunos mapas y la ilusión de adentrarme en lo desconocido. Aunque supuestamente ya sabía cómo llegar a casa de Maayan, la seguridad en lo que hacia era tremenda, comenzé a caminar por el borde de la carretera rumbo a los fraccionamientos (tipo Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco), hasta que no pude más y me vi obligado a preguntar.
No sé si mis palabras eran en español o inglés, o de plano en hebreo, pero no tuve dificultad para acercarme a una caseta telefónica y sencillamente preguntar -¿Cómo llego a casa de Maayan?, como sí Maayan fuera un nombre único en la región, sí como no. Parece que la suerte iba de mi lado y después de un par de llamadas telefónicas, la amable señora de la caseta me dió pelos y señales para llegar con la queridísima amiga. Por cierto, coincidentemente, la señora era originaria de México, pero ya tenía mucho tiempo viviendo en Israel, quizá por esto se compadeció de un pobre compatriota.
Salí de ese lugar con papelito en mano cuando comenzé a ver una conglomeración extraña de gente a lo lejos, poco a poco se acercaban a donde yo estaba, y también extraños sonidos de violines y percusiones que poco a poco iban dando forma a una extraña melodía.
Se acercaron más y veía sujetos vestidos de blanco sobre automóviles adornados con luces.
Se acercaron más y más y descubrí que era una exhibición de un Mariachi Huichol. En pleno territorio israelí, la gente enloquecía por ver el espectáculo y todos los medios de la ciudad estaban presentes, la caravana avanzó y después de mi asombro siguieron su camino para perderse en el horizonte.
Todavía sorprendido y luego de dar unos pasos mi subconsciente se arrepintió de andar por las lejanas tierras y de pronto me hizo regresar a casa, aún no entendía cómo y porqué estaba de vuelta cuando la campana que tengo por timbre repicó tres veces, me asomé para ver quién era el visitante y ¡¡¡¡¡sorpresa!!!!!: era Maayan!!!.
Ya lo dijeron antes: "Si la montaña no viene a ti, tú ve a la montaña", y para mi felicidad parece que Maayan lo entendió al pie de la letra y visitó México, parece que ella no tuvo broncas para encontrar mi casa, a pesar de que estoy en la orilla del fin del mundo, llegó se instaló en un improvisado cuarto de visitas de honor, y platicamos un largo rato, paseamos por la ciudad y comprendimos que el mundo era muy pequeño.
De qué platicamos, no lo sé. Para qué vino, tampoco lo sé. Cuándo se regresó, no lo sé. ¿En verdad viajé a Israel?, ahora lo dudo.
Sería muy rico que hoy por la noche el sueño continuara y que pudiera resolver estas dudas, pero la verdad no espero mucho, nunca a pasado que un sueño se repita y de solución a los cuestionamientos que dejó el anterior. prefiero que estas preguntas reboten en mi cabeza, aunque sea sólo por hoy.

Conclusiones

Y el reto dejó:

DIA OCHO - De la calzada para allá

Ahora sí, el reto de los siete días en bicicleta culmina, el DÍA OCHO, exactamente como empezó.
Recorrimos la misma ruta de la Via Recreactiva partiendo desde San Juan de Dios, hasta la Expo Guadalajara y la Glorieta Minerva.
Hoy, me dí cuenta que en el tramo que va del centro de la ciudad hacia La Minerva, ya casi es imposible pedalear con paso constante, hay demasiada gente, los niños zigzaguean en sus bicicletas con rueditas traseras por todas los carriles, la gente se detiene donde le da su gana y los chavos de seguridad cada semana son más ignorados. Creo que este tramo del recorrido está saturado, al menos como a eso de las 11:00 am, por esa hora llegaba mas o menos a la altura de Honda Centro Magno, cuando un niñito en su constante zigzaguear se cruza en mi camino y pasó lo inevitable, me amarré con los dos frenos patiné la bicileta de lado y aún asi el chiquillo alcanzó a rozar mi pierna y fue a dar al suelo.
En ese momento todos los paseantes hacen un terrible silencio y se dan cuenta de que tiré a un inocente infante.
-¡Desgraciado!-, -¡Cafre!-, .-Estás mál-, ¿Qué no te fijas por dónde vas? y otras frases por el estilo son las que me esperaba cuándo vi al chamaco sobre el pavimento, pero no pasó nada, yo seguía pedaleando y tras unos segundos de cuestionarme decidí regresar, ayudar a reincorporarse a mi víctima y aceptar mi responsabilidad, pero nadie dijo nada, el niño no lloró y con un temple digno de cualquier jugador olímpico se volvió a montar a su bici y siguió el trayecto. Después de eso me alejé de la zona lo más rápido que pude, y la pregunta del millón ¿Dónde estaba el adulto responsable de ese chamaquito que no pasaba los 6 años?, aunque haora creo que fue mejor que no apareciera, la qué se me hubiera rmado.

Después de eso, dirigí mi rumbo hacia la casa de Pontxo, para entregarle algunas monedas que a su vez me habian sido entregadas por Gera, total los motivos no se pondrán a discusión aquí sólo son una referencia para decir que conocí la "otra" VíaRecreactiva, la que ya no va sobre Juárez o Vallarta, sino por Javier Mina.
Es el otro lado de la Calzada, aquella otra cara de Guadalajara que pocas veces es admirada y principalmente se compone de colonias populares como Oblatos, San Andrés, El Zalate, Hermosa Provincia y Tetlán. El rumbo de Pontxo es la primera de estas colonias, cumplimos nuestro cometido y por esta nueva ruta encontramos una sorpresa más, en el cruce de Javier Mina y Aquilés Serdán nace una nueva rama de la Via Recreactiva, que no sabía a dónde me llevaría, pero la tomé y me dí cuenta que lo que antes había criticado en el tramo de Juárez-Vallarta aquí no pasaba: casi no hay gente, no hay muchos niños en bicicleta y en algunos cruces ni siquiera hay vigilancia, es como territorio sin ley porque la gente camina en todos los sentidos, tal vez porqué hay que andar buscando las escasas sobras de los pocos árboles que hay por el rumbo. Además esta Vía cruza en varios puntos con tiangüis dominicales que entorpecen el orden en el paseo bicicletero. Creo que es una ruta subutilizada y no por falta de interés de la gente sino porqué está mal proyectada, es muy extensa y combinando el sol incandesente y los pocos árboles, las subidas prolongadisimas y muy pesadas, la falta de coordinación y los cruces peligrosos como en Circunvalación del Norte donde hasta para los automovilistas es complicado el cruce, pue sestá extensión de la Via recreactiva creo que nació para perder.
Total que nuestro reto ha terminado de una forma inesperada en Artesanos y Periferico, en el oriente de la ciudad, por esas calles queda claro que no se podrá habilitar el uso de la bicicleta como posiblemente se pueda lograr en el centro de la ciudad, las calles varían en su amplitud, y los autos circulan en todas las direcciones, los tiangüis hacen intransitables los cruces y el Periferico es un juego extremo para los que circulamos en dos ruedas.
Biciletas para todos, menos los del oriente, a menos que ordenen su infraestructura y tránsito.
Los resultados del reto bicicletero en la siguiente entrada.

DIA SIETE- Suspendido

El DÍA SIETE las labores domesticas (cuidar niños, barrer y limpiar) atiborraron mi agenda e impidieron el recorrido final del reto, pero creo que al final no fue tan malo, mañana cerraremos en la ViaRecreactiva, terminaremos donde empezamos con una sorpresa extra.
En fin, este DÍA SIETE frustrado me dediqué a reparar la bicicleta que soltó el pedal el DÍA CINCO, además también inicié la angustiosa reparación de Gurrumino II, mi primer automóvil, que una vez que esté listo saldrá a la venta.
¿A alguien de los miles y miles de lectores de este blog, le interesa un Datsun 84, dos puertas, motor en regulares condiciones y tres llantas ponchadas? Próximamente les cuelgo una foto, pa' que se animen.
El reto está por concluir y ahora más que nunca creo en que la bicicleta es el transporte que necesita Guadalajara, claro no nos podemos divorciar tan fácil del transporte motorizado pero todo está en hallar el equilibrio, por cierto envíen propuestas al Plan de Desarrollo Municipal de Guadalajara, ese de ¿Cómo la ves?, es muy importante que participemos, es mejor que quedarse callado y resignase a vivir entre tráfico, humo, baches y calles inundadas.
Aprovecho de nuevo para invitarlos al Paseo Nocturno, próximo miércoles 23 horas arrancamos del cruce de AV. México y Chapultepec, vamos a adueñarnos de la ciudad!